Correos abre expediente a la empresa subcontratada responsable de la clasificación de las cartas
Le pide que retire de forma "inmediata" del servicio al vigilante de seguridad que no detectó en el escáner las tres misivas con cartuchos dirigidas al ministro Marlaska, la directora general de la Guardia Civil, María Gámez y a Pablo Iglesias
El error de un vigilante de seguridad de la empresa que Correos tiene subcontratada en el centro de tratamiento automatizado de Madrid/Vallecas, INV Vigilancia, provocó que las tres cartas con amenazas dirigidas esta semana al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y a la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, llegaran a sus destinatarios.
El vigilante, según una investigación interna abierta por el jefe de Seguridad de Correos, que comunica los hechos al director general de la entidad, no advirtió en el escáner los proyectiles, a pesar de que la imagen no ofrece dudas al respecto.
De haber funcionado los protocolos habituales, el vigilante habría detectado los cartuchos y comunicado esta circunstancia a la policía, que de inmediato se habría hecho cargo de las misivas. Al fallar, llegaron tanto al Ministerio del Interior como a la dirección general de la Guardia Civil.
El error de un vigilante de seguridad de la empresa que Correos tiene subcontratada en el centro de tratamiento automatizado de Madrid/Vallecas, INV Vigilancia, provocó que las tres cartas con amenazas dirigidas esta semana al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y a la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, llegaran a sus destinatarios.
El vigilante, según una investigación interna abierta por el jefe de Seguridad de Correos, que comunica los hechos al director general de la entidad, no advirtió en el escáner los proyectiles, a pesar de que la imagen no ofrece dudas al respecto.
De haber funcionado los protocolos habituales, el vigilante habría detectado los cartuchos y comunicado esta circunstancia a la policía, que de inmediato se habría hecho cargo de las misivas. Al fallar, llegaron tanto al Ministerio del Interior como a la dirección general de la Guardia Civil.
Este fallo, tal y como destaca el responsable de seguridad de Correos, está tipificado como un "incumplimiento muy grave" por parte de la empresa privada concesionaria del servicio, al no detectar material explosivo en una carta.
Por este motivo, Correos ha decidido la apertura de un expediente a la empresa subcontratada, así como el "apercibimiento más severo" por el "incumplimiento" en que se ha incurrido, y por el "daño a la imagen, prestigio y buen nombre" de Correos.
Además, Correos solicita la "retirada inmediata del servicio en nuestra Empresa del vigilante de seguridad" que operaba en el escáner "sin que fuera capaz de identificar los proyectiles que portaban" las cartas.
Correos ha llegado a esta conclusión tras recuperar las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad, y comprobar que los tres sobres con las amenazas fueron "matasellados e inspeccionados el día 19 a las 17:48 horas".