La Escuela de Artesanos de Gelves gastó 6.347 euros en una
factura no subvencionable
La juez Alaya ha decretado secreta la investigación sobre
estos entes
La Junta de Andalucía compró jamones con una subvención
destinada a impartir cursos en la Escuela de Formación de Artesanos del
municipio sevillano de Gelves.
Esta escuela forma parte de la red de catorce consorcios
creados por el Gobierno andaluz, en colaboración con ayuntamientos, que ahora
está investigando la juez de Sevilla Mercedes Alaya, en el marco de las
pesquisas sobre el fraude de la formación.
Un informe de control financiero de operaciones de la
Intervención General de la Junta, en poder de EL MUNDO, detectó que la Escuela
de Formación de Artesanos de Gelves había presentado dos facturas con conceptos
«no subvencionables», al amparo de la ayuda concedida para los cursos.
Se trata del recibo 43/08 del proveedor Jamones Badía, S.L.,
con el concepto «jamones», por importe de 6.347,99 euros; y la factura 247 de
la empresa Catering Sayca, con el concepto «catering» por valor de 1.498 euros.
El importe de la «incidencia», según la denominación que emplea la
Intervención, asciende a 7.845,99 euros.
La entidad beneficiaria está obligada al reintegro de los
7.845,99 euros, detalla el informe del 14 de julio de 2011, mucho antes de que
estallara el escándalo del fraude de la formación en abril de 2014.
Alegaciones llamativas
Son llamativas las alegaciones formuladas por la Escuela de
Formación de Artesanos. Además, todas fueron rechazadas.
Sobre los jamones, el consorcio de Gelves indicó que «dichas
facturas se corresponden al 20% financiado por el Servicio Andaluz de Empleo
(SAE) y son gastos de atenciones protocolarias contemplados en el desglose de
gastos subvencionables en la resolución de la subvención». O sea, que la
escuela pretendía endosar el coste de los jamones al SAE, y no al Fondo Social
Europeo (FSE), aprovechándose de que la subvención procedía en un 20% de fondos
de la Junta y el 80% restante de la UE.
Sin embargo, el equipo de comprobación verificó que «dichos
gastos no son subvencionables de acuerdo con la resolución de la subvención»,
dice la Intervención.
La Cámara de Cuentas de Andalucía ya alertó en enero de 2013
sobre los gastos irregulares en atenciones protocolarias de los consorcios. «En
muchos casos, no se produce la necesaria coherencia entre los gastos
justificados y la naturaleza de las actividades subvencionadas, ya sea porque
no responde a gastos necesarios para el desarrollo de la actividad o porque su
naturaleza no sea subvencionable», dice el informe de fiscalización de las subvenciones
concedidas a los consorcios escuela de la Junta en 2008 y 2009.
Sospechas sobre los gastos
Subraya que la naturaleza de los «gastos de atención
protocolaria» ni se considera «elegible ni se entiende que sean gastos de
funcionamiento necesarios para el desarrollo de la actividad subvencionada». En
el periodo fiscalizado por la Cámara de Cuentas, los catorce consorcios
aportaron facturas con gastos de «atenciones protocolarias» por valor de 48.392
euros en 2008 y 17.442,60 euros al año siguiente para justificar las ayudas
recibidas para impartir los cursos.
Curiosamente, el consorcio de Gelves no contestó a la Cámara
de Cuentas de Andalucía si en 2009 había incurrido en algún gasto protocolario,
detallan los auditores.
La subvención recibida por la escuela de Gelves fiscalizada
por la Intervención en la que colaron las facturas de los jamones fue
certificada el 17 de diciembre de 2009. Precisamente ese año los catorce
consorcios recibieron 20.646.023 euros en subvenciones. Un año antes, la Junta
y de la Unión Europea (UE) inyectaron 23.922.733 euros en estas entidades.
La compra de jamones no fue la única irregularidad que
encontró la Intervención de la Junta. «No hemos podido ver los originales de
las siguientes facturas», la A/13 del 9 de julio de 2007 por valor de 28.884,90
euros y la A/19 del 6 de junio de 2007, que asciende a 17.216,17 euros. En las
alegaciones, el consorcio de Gelves tampoco aportó «los originales o copias
compulsadas» de esos recibos.
Una escuela ampliamente subvencionada
La Escuela de Artesanos se creó en 1991. La Junta era la
propietaria del 90% y el Ayuntamiento de Gelves del 10% restante. En 2008,
recibió 1.580.000 euros en subvenciones para impartir cursos de formación y, en
2009, 1.227.000 euros, según los datos recogidos en el informe de la Cámara de
Cuentas.
La red de consorcios de la que forma parte el de Gelves se
encuentra ahora en el punto de mira de Alaya. La juez decretó el pasado 28 de
enero el secreto parcial sobre el sumario del presunto fraude de la formación
en la parte referida a los consorcios y a los entramados empresariales que se
beneficiaron de estas subvenciones, como el del ex consejero de la Junta y
empresario de la formación Ángel Ojeda.
Alaya declara el secreto parcial para evitar «interferencias
que puedan poner en riesgo» las investigaciones y que «terceras personas»
manipulen o destruyan las pruebas del caso.
La red de consorcios de la Junta se disolvieron
recientemente para integrarse en la nueva Agencia Pública Andaluza de Educación
y Formación, que el PP cree que servirá para «tapar la corrupción».
Fuente: http://www.elmundo.e
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