Califican el trato de «vejatorio» y aseguran que esto «no sucede con otras trabajadoras judiciales.
Abogadas de Gran Canaria han criticado este
lunes que tengan que quitarse
el sujetador para pasar por
el detector de metales en la prisión Las Palmas II, un trato que han calificado
de «vejatorio», ya que aseguran que esto «no
sucede con otras trabajadoras judiciales».
Este hecho, señalan, ha sido puesto en conocimiento del Colegio de
Abogados de Las Palmas en
«múltiples denuncias verbales realizadas por las letradas hace ya un año»,
entre las que se encuentra la de la abogada Rosa
de León; sin embargo, afirman que la institución colegial no ha tomado
medidas, según ha informado el colectivo Abogados por el Cambio. Por ello,
tanto Rosa de León como Isabel
Saavedra, que sufrieron esta situación, han decidido presentarse a las
elecciones del Colegio de Abogados de Las Palmas, el 18 de diciembre, si bien
«celebran que la actual dirección haya
decidido tratar al fin este vergonzoso asunto», aunque matizaron que «solo
tras la presentación de candidaturas alternativas».
En cuanto al incidente, apuntan que las letradas «no solo han
tenido que quitarse el sujetador desde hace un año», cuando una empresa de seguridad sustituyó
a la Guardia Civil en sus funciones de control de acceso, sino que aseguran
que, además de tener que quitarse los zapatos y otros complementos para pasar
el arco de metales, «sufren un humillante trato discriminatorio frente a otras
trabajadores judiciales».
En este sentido, apuntan al protocolo de seguridad de la prisión,disponible en la
web de Instituciones Penitenciarias, que, matizan, establece en su
punto 3.1.1 que «todas las personas que tengan autorizado el acceso al interior
del establecimiento serán invitadas, con la mayor corrección, a pasar el
control del arco detector de metales,excepto los magistrados, jueces y funcionarios
del Ministerio Fiscal que
visiten el centro en el ejercicio de sus funciones, así como los funcionarios y
personal laboral adscritos al centro y aquellas autoridades que vayan acompañadas por algún mando
del establecimiento».
Añaden que si en este punto «no quedara clara la
discriminación», el protocolo recoge en el apartado referente al acceso de
abogados que «no hay apartado para jueces, magistrados y fiscales, que está
obligado a someterse a las medidas de seguridad establecidas por las Fuerzas de
Seguridad del Estado y los funcionarios». Además, subrayan que el
reglamento establece que la entrevista con el interno se realizará bajo la
supervisión de un funcionario en locutorios acristalados, por lo que «no entran
en contacto, así que la medida, además
de humillante, es absurda», resalta Rosa de León.
La abogada califica estos hechos de «totalmente inauditos e
inadmisibles», al considerar que tratan al colectivo de letrados «como
delincuentes, como personas sospechosas de introducir teléfonos móviles y armas
blancas o de fuego en el interior de la prisión, mientras el resto de
profesionales judiciales está excluido de esa sospecha, igual que los propios
empleados de la cárcel y otros trabajadores», cuando, resalta, los abogados «ni
siquiera entran en contacto con los internos y
el resto de personal, judicial o no, sí tienen contacto directo».
Fuente: http://www.abc.es
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