La entidad quiso volver ayer a la normalidad, si bien los empleados que estaban atendiendo a los usuarios no eran los habituales, que todavía se encuentran en estado de shock tras el sangriento episodio vivido el viernes.
La otra novedad es que Abanca puso a un vigilante privado en la oficina, algo que ningún usuario había visto hasta la fecha. “Es una sucursal pequeña, nunca tuvieron agentes privados”, comentaba una clienta que relató que “mi marido estuvo el viernes en la caja, diez minutos antes de que ocurriera todo y fue atendido por la subdirectora, aún no se lo creen.
La otra novedad es que Abanca puso a un vigilante privado en la oficina, algo que ningún usuario había visto hasta la fecha. “Es una sucursal pequeña, nunca tuvieron agentes privados”, comentaba una clienta que relató que “mi marido estuvo el viernes en la caja, diez minutos antes de que ocurriera todo y fue atendido por la subdirectora, aún no se lo creen.
Fuente: http://www.atlantico.net
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