El vigilante de seguridad que presuntamente instaló
una cámara en un aseo de una de las sedes la Junta de Andalucía en Huelva
ha quedado en libertad con cargos por un delito contra la intimidad,
tras prestar declaración en el Instrucción 1 de Huelva y depositar una fianza de
3.000 euros. Alegó tras su detención por la Policía Nacional que trataba de
descubrir quien utilizaba los baños para fumar. La noticia ha provocado
indignación y malestar entre los trabajadores de la sede administrativas. "Era
la última persona que podría pensar que era", ha manifestado una trabajadora,
tras señalar que el vigilante gozaba de la confianza de los funcionarios de la
Delegación.
Fuentes judiciales han indicado que se la ha impuesto una
orden de alejamiento de la Delegación del Igualdad, en la que trabajaba y colocó
la cámara, como media cautelar y que tendrá que comparecer en sede judicial dos
veces al mes.
Fuente: http://www.andaluciapress.com
martes, 7 de julio de 2015
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