Toda profesión tiene un universo propio de palabras. En este diccionario se encuentran todas aquellas expresiones y términos de uso diario en el desempeño de la función del profesional de la seguridad privada.
Una herramienta imprescindible para la formación del nuevo vigilante y de todo aquel que quiera acercarse al mundo de la seguridad, tanto pública y privada. Esta obra está actualizada con las últimas leyes aprobadas y las novedades ofrecidas en SICUR 2014. En sus páginas se desarrollan y definen 2.109 términos, 43 Leyes, 1 comunicación, 8 convenios, 1 Decreto, 1 Directiva, 4 Instrucciones, 188 normas UNE y UNE-EN, 32 órdenes ministeriales, 52 Reales Decretos, 1 Recomendación, 6 Reglamentos y 33 resoluciones.
Una obra de gran utilidad para el pujante sector de la seguridad privada, que no solo tiene una influencia económica creciente en nuestro país, sino que también requiere una regulación jurídica específica en el mundo globalizado en el que nos movemos, además de para todos los estudiosos del lenguaje que quieran profundizar en los términos del campo de la seguridad. Por supuesto, para la formación del nuevo vigilante de seguridad privada, director de seguridad, jefe de seguridad, consultor, detective privado, escolta y guardas rurales y sus especialidades; también para el profesional de la seguridad pública. Esta es la primera obra de semejantes características del mercado editorial actual.
El negocio de la seguridad privada emplea a 300.000 personas en España. Hay 1.500 empresas. Los guardias jurado nacieron en el siglo XIX. Un negocio que, sin embargo, es "el primero que entiende que el sector debe ser regulado de manera expresa y ampliarse la formación". De ahí la necesidad de un diccionario que acaba de crear Rafael Gómez Montoya. El criminólogo le cuenta a Javier Manzano que no ha incluido el término "segurata" porque es despectivo.
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