La cesión de la vigilancia en el Centro Base del Imserso y en el Centro Social para Mayores continúa en el aire. La empresa que actualmente presta el servicio, Serramar, aún no ha encontrado otra que le sustituya, aunque a día de ayer el nombre de Eulen es el que suena con más fuerza. La empresa Vinsa, que se barajó hace algunas semanas, finalmente se ha echado atrás al no tener sede física en la ciudad autónoma, según explicaron a El Faro la directora territorial del Imserso, Isabel Quesada, y el responsable de seguridad privada en UGT, José Luis Faus.
Quesada explicó que Serramar decidió ceder el contrato tras el ultimátum del Imserso de rescindirselo. Aún resta un año para que la vigencia del servicio finalice, pero dada la situación que atraviesan los trabajadores, pues llevan tres meses sin cobrar, el Imserso decidió tomar cartas en el asunto. Serramar tendrá que proponer a la Dirección General del Imserso, en Madrid una empresa que pueda hacerse cargo del contrato hasta su finalización. Posteriormente, volverá a salir a concurso el contrato de la vigilancia de las dependencias del Imserso en Melilla, es decir, el Centro Base y el Centro Social de Mayores, pues la Residencia la lleva otra empresa diferente.
Por su parte, el dirigente ugetista afirmó que la cesión del contrato a Eulen parece ser definitiva y es la opción, en su opinión, menos mala. Faus destacó que si Serramar se va de la ciudad será “un logro” para los trabajadores y para el sindicato. “Nos quitaremos el lastre de una empresa que no cumple”, aseveró el representante sindical. Eulen es la opción menos mala, pues no termina de convencer a los ugetistas por el hecho de que esta empresa es una de las que se niegan a repartir las bonificaciones a las cuotas de la Seguridad Social con los trabajadores.
Quesada explicó que Serramar decidió ceder el contrato tras el ultimátum del Imserso de rescindirselo. Aún resta un año para que la vigencia del servicio finalice, pero dada la situación que atraviesan los trabajadores, pues llevan tres meses sin cobrar, el Imserso decidió tomar cartas en el asunto. Serramar tendrá que proponer a la Dirección General del Imserso, en Madrid una empresa que pueda hacerse cargo del contrato hasta su finalización. Posteriormente, volverá a salir a concurso el contrato de la vigilancia de las dependencias del Imserso en Melilla, es decir, el Centro Base y el Centro Social de Mayores, pues la Residencia la lleva otra empresa diferente.
Por su parte, el dirigente ugetista afirmó que la cesión del contrato a Eulen parece ser definitiva y es la opción, en su opinión, menos mala. Faus destacó que si Serramar se va de la ciudad será “un logro” para los trabajadores y para el sindicato. “Nos quitaremos el lastre de una empresa que no cumple”, aseveró el representante sindical. Eulen es la opción menos mala, pues no termina de convencer a los ugetistas por el hecho de que esta empresa es una de las que se niegan a repartir las bonificaciones a las cuotas de la Seguridad Social con los trabajadores.
Viajes a Cádiz
Sin embargo, no tiene ni punto de comparación con el comportamiento que tiene Serramar con sus trabajadores en Melilla. Los problemas económicos que atraviesa la empresa lo pagan los trabajadores. Según explicó Faus, algunos de éstos se han desplazado hasta Cádiz, sede de la empresa, para reclamar sus salarios, pero lo único que han obtenido a cambio son cheques de 1.000 ó 1.500 euros. El responsable sindical no confía en que esos cheques puedan ser cobrados por los trabajadores, pero destaca la implicación de éstos con estos viajes hasta Cádiz.
Y es que, según señaló Faus, los responsables de Serramar no contestan a las múltiples llamadas telefónicas de los trabajadores, del sindicato e incluso del propio Imserso. Faus aseguró que ni siquiera los responsables del Imserso han conseguido hablar con Serramar.
Lo único que se sabe hasta el momento es que la decisión de esta empresa es marcharse de la ciudad y ceder el servicio de vigilancia a Eulen. Sin embargo, el Imserso no ha establecido una fecha tope para ejecutar esa cesión.
Sin embargo, no tiene ni punto de comparación con el comportamiento que tiene Serramar con sus trabajadores en Melilla. Los problemas económicos que atraviesa la empresa lo pagan los trabajadores. Según explicó Faus, algunos de éstos se han desplazado hasta Cádiz, sede de la empresa, para reclamar sus salarios, pero lo único que han obtenido a cambio son cheques de 1.000 ó 1.500 euros. El responsable sindical no confía en que esos cheques puedan ser cobrados por los trabajadores, pero destaca la implicación de éstos con estos viajes hasta Cádiz.
Y es que, según señaló Faus, los responsables de Serramar no contestan a las múltiples llamadas telefónicas de los trabajadores, del sindicato e incluso del propio Imserso. Faus aseguró que ni siquiera los responsables del Imserso han conseguido hablar con Serramar.
Lo único que se sabe hasta el momento es que la decisión de esta empresa es marcharse de la ciudad y ceder el servicio de vigilancia a Eulen. Sin embargo, el Imserso no ha establecido una fecha tope para ejecutar esa cesión.
Serramar abandonó el CETI, pero no saldó sus deudas
La directora territorial, Isabel Quesada, recordó que la intención es que Serramar ceda el contrato del servicio de vigilancia de las dependencias del Imserso a otra empresa. Exactamente la misma fórmula que se hizo en la vigilancia del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Quesada expresó su preocupación por la situación que están sufriendo los seis vigilantes de Serramar en el Imserso, pues se le deben tres meses de salario, y aseguró que no se quedará tranquila hasta que vea a estos empleados con su nuevo uniforme. Un nuevo atuendo que aún tendrá que esperar, puesto que en un principio parecía que iba a ser Vinsa la que se haría cargo del servicio y ahora puja Eulen, pero “aún no es definitivo”.
Por su parte y en relación a la experiencia vivida en el CETI, el responsable de seguridad privada en UGT, José Luis Faus, explicó a El Faro que Serramar aún debe dos mensualidades a sus trabajadores. Dado que la empresa ya cedió el contrato, los empleados optan ahora por presentar en los juzgados demandas de reclamación de cantidad contra Serramar y están a la espera del juicio.
Faus se mostró también preocupado por otros trabajadores de Serramar en la ciudad, como en el Hospital Comarcal y en “una obra en Batería Jota” que también están teniendo dificultades para cobrar su salario y con los que UGT ya ha hablado.
Por su parte y en relación a la experiencia vivida en el CETI, el responsable de seguridad privada en UGT, José Luis Faus, explicó a El Faro que Serramar aún debe dos mensualidades a sus trabajadores. Dado que la empresa ya cedió el contrato, los empleados optan ahora por presentar en los juzgados demandas de reclamación de cantidad contra Serramar y están a la espera del juicio.
Faus se mostró también preocupado por otros trabajadores de Serramar en la ciudad, como en el Hospital Comarcal y en “una obra en Batería Jota” que también están teniendo dificultades para cobrar su salario y con los que UGT ya ha hablado.
Fuente: http://elfarodigital.es
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