El Ministerio del Interior presenta un decálogo de consejos en materia de autoprotección ante eventuales ataques terroristas. Bajo el hashtag #QuéHacerEnUnAtentado, esta campaña informativa difundirá en redes sociales pautas de actuación, alejadas del alarmismo, que lo que pretenden es trasladar al conjunto de la ciudadanía, de una forma sencilla y entendible mediante un vídeo animado, un conjunto de recomendaciones de seguridad ante situaciones de peligro.
El ministro ha subrayado durante el acto de presentación de la campaña la importancia de hacer llegar estas recomendaciones “a todos los españoles, por su seguridad y la de todos”.
Conocer la ubicación de las salidas de emergencia, protegerse tras un muro u otro obstáculo suficientemente resistente, evitar manipular objetos extraños, no utilizar ascensores, silenciar el teléfono móvil o usar la aplicación gratuita para smartphones AlertCorps son sólo algunos de los consejos que se extraen del decálogo de medidas que debe adoptar cualquier persona que se enfrente a una situación de violencia terrorista.
Igualmente se insiste en informar a la policía ante cualquier indicio o sospecha de individuos u organizaciones que inciten al odio y la violencia, y que utilicen algún método de captación.
Desde el Ministerio del Interior se ha elaborado un conjunto de orientaciones básicas que tienen por objetivo reforzar la seguridad de los ciudadanos en caso de atentado. En los centros de trabajo, en lugares que se frecuenten con asiduidad o en lugares de afluencia masiva (estadios, cines, discotecas, centros comerciales, etc..) se recomienda al ciudadano que conozca la ubicación de las salidas de emergencia o vías de evacuación, y se le pide que en caso de localizar un objeto sospechoso evite manipularlo y alerte inmediatamente al personal de seguridad o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
En caso de atentado, el vídeo establece una serie de pautas, a modo de decálogo, sobre recomendaciones en materia de seguridad que debe adoptar cualquier persona. Así, se aconseja alejarse del foco de peligro siempre y cuando la ruta de escape sea segura, y aunque sea difícil en estas situaciones, lo mejor es actuar con calma, puesto que permitirá tener más posibilidades de no sufrir daños.
Ni detenerse ni fingir estar abatido
Las personas que se vean involucradas en un atentado no deberán detenerse a recoger pertenencias u objetos, ni tirarse al suelo fingiendo haber sido abatido. Deben procurar, eso sí, alertar a otras personas para tratar de impedir que se aproximen y seguir todas las instrucciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o personal de seguridad si lo hubiera.
Tanto si se encuentra en la vía pública como en un edificio, el Ministerio del Interior recomienda a la población ocultarse protegiéndose tras algún muro u obstáculo suficientemente resistente si no puede alejarse del lugar del incidente. Si se oculta una persona en un establecimiento o local, lo mejor es cerrar la puerta reforzando el cierre con muebles o enseres y después, alejarse. Y siempre haciendo el menor ruido posible, silenciando el teléfono móvil para no revelar su presencia.
Tan pronto como le sea posible y sin delatar su posición, toda persona que se vea inmersa en un atentado, tiene que avisar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, informando de todos los detalles que recuerde. La aplicación gratuita para teléfonos móviles “AlertCorps” permite enviar una alerta con la posición geográfica a los cuerpos policiales más cercanos, así como mantener una conversación por teléfono o un chat y colaborar con los servicios policiales.
Dentro de estos consejos se llama la atención para evitar movimientos bruscos o repentinos que puedan ser considerados como amenazas cuando lleguen al lugar miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. En este sentido, se debe mantener las manos a la vista procurando no llevar nada en ellas que pueda confundir a la policía.
Colaborar con las Fuerzas de Seguridad
El decálogo subraya igualmente la importancia de informar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ante la sospecha de la existencia de individuos u organizaciones que en el seno de su comunidad, centros educativos, culturales, religiosos o de ocio difundan mensajes que inciten al odio y a la violencia.
En este sentido es también fundamental la aportación de información sobre personas que hayan intentado algún método de captación y de aquellas otras que hayan tenido cambios repentinos de comportamiento, especialmente en menores y jóvenes, que apunten a su posible radicalización violenta o a su captación por individuos u organizaciones que la promuevan.
Fuente: MIR, Jerez sin forntera
SPV CADIZ
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