Los errores en materia de Seguridad se pagan con la sangre de los inocentes, como se ha demostrado con los brutales atentados de París.
El enemigo ataca a traición, está armado, bien entrenado y dispuesto a matar a ciudadanos indefensos. Ante la monstruosidad y cobardía del terrorismo, nosotros, los vigilantes de seguridad, que somos la primera línea de defensa frente a la barbarie en edificios y centros vulnerables a estos deleznables actos, estamos igual de indefensos que el ciudadano, equipados la mayoría con una defensa de 50 centímetros, y unos grilletes, sin el arma reglamentaria, sin chaleco antibalas, sin suficiente protección, ni jurídica ni material, con un ridículo sueldo de 901euros al mes, más algún plus, sin escalafón aparte del de las empresas, que no permiten que ni siquiera aquellos más preparados de nosotros tengamos la esperanza de prosperar y vernos reconocidos, lo que nos resta perspectivas y recorta la capacidad. ¿Cómo podemos cumplir la misión de proteger si no podemos protegernos nosotros mismos?
Dicen desde el Ministerio del Interior, que la seguridad privada es importante en la lucha contra el terrorismo. Realmente podemos, debemos, y estamos obligados por ley a apoyar a las fuerzas del orden, y tienen razón, entre todos, podemos darles jaque. Pero para ello, desde las empresas de seguridad y desde el Ministerio del Interior deben dotar de arma con urgencia a todos los vigilantes que tengan la licencia pertinente, deben facilitar el examen de armado a todo vigilante de seguridad que lo pida y equiparnos con medios de autoprotección.
Recuerde, señor Jorge Fernández Díaz, que desde estas líneas y desde la asociación Marea Negra por la Seguridad Privada le enviamos un escrito de petición de mejoras. La actualidad y la lógica nos dan la razón. Tenga la amabilidad y el buen juicio de atender a nuestras demandas.
Esta es la realidad, sin maquillaje, por desagradable que sea.
Fuente:
SPV CADIZ
No hay comentarios :
Publicar un comentario