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martes, 7 de julio de 2015

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MÁLAGA: Un vigilante clave en la detención de tres jóvenes que se hacían pasar por técnicos de telefonía para robar



Vestían uniformes sustraídos a conocidas compañías instaladoras de una multinacional de telefonía móvil para acceder a establecimientos de todo tipo y conocer la ubicación de sus cajas fuertes, cámaras y alarmas

La Policía Nacional han detenido en Málaga a tres jóvenes de 24, 29 y 36 años como presuntos responsables de un total de 26 delitos de robo con fuerza. Los detenidos se disfrazaban de operarios de una conocida compañía de telefonía móvil y accedían a las empresas que iban a robar días después para tener información de la ubicación de alarmas, cámaras de seguridad y cajas fuertes. El grupo se dedicaba al robo en todo tipo de locales: desde concesionarios, talleres de alta costura y joyerías hasta naves en las que sustraían aceite, quesos y jamones, entre otros. Accedían a los establecimientos mediante la técnica del butrón, fracturando la cerradura de la puerta y accediendo a las cajas fuertes con sopletes.

Al parecer, los ahora detenidos se disfrazaban de operarios de una conocida compañía de telefonía móvil o de subcontratas de dicha compañía y accedían a las empresas alegando que tenían que revisar el local para instalar fibra óptica o para inspeccionar el estado de la línea de teléfono. Con dichas excusas, lograban entrar a las empresas que iban a robar días después para tener información de la ubicación de alarmas, cámaras de seguridad y cajas fuertes. Su modus operandi consistía en fracturar la cerradura de la puerta y abrir las cajas fuertes con sopletes.
 
Avanzada la investigación, los agentes tuvieron constancia de un robo ocurrido en el año 2014 en el interior de un vehículo de una empresa de telecomunicaciones y que pudieron relacionar con los arrestados. Habían sustraído efectos como los que los detenidos usaban en la actualidad para disfrazarse de operarios de fibra óptica.
 
26 robos con fuerza El grupo se dedicaba al robo en todo tipo de locales, desde concesionarios, talleres de alta costura y joyerías, hasta naves en las que sustraían aceite y jamones, entre otros. Unos días después de la primera denuncia -en una joyería de Marbella en la que sustrajeron unos 40.000 euros en joyas-, se produjo otro robo en un taller de alta costura de Marbella en el que los autores habían accedido a través de un local contiguo sustrayendo numerosas prendas de vestir de firmas internacionales.
 
Poco después, tuvo lugar otro robo con fuerza en una clínica de estética, también en Marbella, a la que habían accedido a través del local contiguo. Uno de los presuntos autores de este robo llevaba puesta una camiseta de una firma exclusiva que había sido denunciada como sustraída en un hecho anterior. A mediados de febrero, sustrajeron 6.200 euros tras hacer varias perforaciones en la caja fuerte de una notaría de Torremolinos y, pocos días después, presuntamente cometieron otro robo con fuerza en una pizzería marbellí.
Un vigilante de seguridad, clave para las investigaciones En uno de sus robos, los autores perforaron la caja fuerte de un organismo público de Málaga, aunque finalmente se encontraba vacía. Sin embargo, en la denuncia, la gerente aportó una información clave para la investigación: días antes del robo habían recibido la visita inesperada de un técnico de telecomunicaciones que había mostrado especial interés en acceder a varios despachos del edificio en los que no había nada relacionado con la línea de teléfono. El vigilante de seguridad que los recibió insistió en acompañarle durante la supuesta inspección a pesar de que el falso técnico aseguraba que no era necesario. Su actitud despertó las sospechas del vigilante, lo que facilitó el avance de las pesquisas.
 
El supuesto operario se identificó con una tarjeta de empleado de una empresa de telefonía móvil con nombre y un número DNI. Al verificar los datos que figuraban en la tarjeta identificativa, los investigadores constataron que no se correspondían con el individuo que había inspeccionado las dependencias del organismo público. Aquel DNI pertenecía en realidad a una jiennense de 76 años que no tenía relación alguna con el robo. De esta forma, cometieron otro robo en un concesionario de coches de la capital malagueña en el que sustrajeron un coche de lujo y 3.350 euros tras abrir la caja fuerte con la ayuda de un soplete. También robaron dos turismos de gran cilindrada de sendos concesionario de coches de alta gama, y ambos han sido recuperados.

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