Manuel Puertas cumplió 45 años el pasado 1 de diciembre y lo hizo iniciando una huelga de hambre indefinida. Este guarda de seguridad, hasta hace poco a cargo del Centro de Transferencia Tecnológica de la Universidad de Granada, situado en la Gran Vía, se ha plantado a la puerta del Hospital Real para reclamar a la empresa que lo ha empleado los últimos cinco años, Casesa, que lo readmita reconociéndole su nivel de formación y la experiencia acumulada.
Puertas alega que durante cuatro de esos cinco años ha ejercido con un contrato de auxiliar de seguridad, algo que implica pasar de un sueldo de mileurista a otro en el salario mínimo interprofesional, de 648 euros, pero también una serie de limitaciones legales: un auxiliar no puede trabajar en solitario, ni vigilar monitores, entre otras funciones que, denuncia, tanto él como otros compañeros ejercieron.
Puertas alega que durante cuatro de esos cinco años ha ejercido con un contrato de auxiliar de seguridad, algo que implica pasar de un sueldo de mileurista a otro en el salario mínimo interprofesional, de 648 euros, pero también una serie de limitaciones legales: un auxiliar no puede trabajar en solitario, ni vigilar monitores, entre otras funciones que, denuncia, tanto él como otros compañeros ejercieron.
Fuente: http://granadaimedia.com
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