Tras la reunión del jueves en Madrid, aún no hay nada claro sobre cómo se resolverá el conflicto.
Aún no ha dado sus frutos la reunión celebrada el pasado jueves en Madrid entre responsables del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) y directivos de la empresa Serramar, que mantiene los contratos de vigilancia de las sedes del Imserso y del Centro de Día en Melilla.
La Administración busca una salida al impago del salario de los 10 vigilantes de seguridad que Serramar mantiene en la ciudad. Los trabajadores llevan tres meses sin cobrar sus sueldos.
En principio, las negociaciones entre los servicios centrales del Imserso y Serramar pretenden que la empresa, que arrastra irregularidades en el pago de las nóminas desde hace año y medio, ceda los contratos que le quedan en la ciudad, tal y como hizo con la adjudicación de la vigilancia del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Isabel Quesada, directora territorial del Imserso en Melilla, comentó ayer a El Faro que “aún no hay nada concretado” tras la reunión del jueves pasado. Aunque prefiere ser muy cauta, avanzó ayer a este periódico que se está trabajando en la cesión del contrato a otra empresa como se hizo en el CETI. “Si no se avanza por ahí, se buscará otra vía”, apuntó.
La Administración busca una salida al impago del salario de los 10 vigilantes de seguridad que Serramar mantiene en la ciudad. Los trabajadores llevan tres meses sin cobrar sus sueldos.
En principio, las negociaciones entre los servicios centrales del Imserso y Serramar pretenden que la empresa, que arrastra irregularidades en el pago de las nóminas desde hace año y medio, ceda los contratos que le quedan en la ciudad, tal y como hizo con la adjudicación de la vigilancia del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Isabel Quesada, directora territorial del Imserso en Melilla, comentó ayer a El Faro que “aún no hay nada concretado” tras la reunión del jueves pasado. Aunque prefiere ser muy cauta, avanzó ayer a este periódico que se está trabajando en la cesión del contrato a otra empresa como se hizo en el CETI. “Si no se avanza por ahí, se buscará otra vía”, apuntó.
GSI entra en escena
El pasado 20 de mayo, Serramar renunció al contrato de vigilancia del CETI y el Ministerio de Trabajo lo adjudicó el servicio a la multinacional mexicana GSI que nada más aterrizar en el centro repartió uniformes nuevos y acordes a las temperaturas de Melilla. También dio pinganillos y ‘walkies’ y adelantos de las pagas a los trabajadores, incluso a vigilantes que no tienen contrato indefinido, lo que les ha dado esperanzas en torno a su estabilidad laboral.
En el caso de los contratos que Serramar mantiene en Melilla, los trabajadores confían en que la empresa renunciará y GSI se haga cargo de ellos.
El pasado 25 de junio UGT aplaudió que el Imserso pasara de las palabras a los hechos y diera un ultimátum a Serramar hasta pasado el 3 de julio (jueves de la semana pasada), bajo amenaza de denunciar a la empresa si ésta no renunciaba al contrato de vigilancia del Imserso y el Centro de Día.
En teoría los resultados de la negociación debían conocerse en el plazo de 48 horas (el pasado sábado), pero en principio ayer no se había llegado a ningún acuerdo.
Fuentes sindicales de Serramar barajaban la semana pasada dos salidas posibles a la negociación entre los directivos de la empresa y altos cargos del Instituto de Mayores y Servicios Sociales en Madrid. La peor de ambas, para los trabajadores, sería que Serramar se comprometiera a ponerse al día con el pago de los sueldos. “Probablemente abonará medias pagas y dará talones sin fondo, como ha hecho otras veces”.
Se refieren a los muchos compromisos que la empresa ha incumplido desde hace un año y medio, cuando empezó a retrasarse en el pago de sueldos a sus trabajadores en Melilla.
La segunda solución, la preferida por la plantilla, pasa por la renuncia de Serramar y la adjudicación del contrato de vigilancia del Imserso y el Centro de Día a la empresa GSI, que ya se encarga del CETI. De hecho, esta posibilidad la dan por segura algunos empleados consultados por El Faro.
De momento, habrá que esperar para saber si Serramar se va de una vez de Melilla.
El pasado 20 de mayo, Serramar renunció al contrato de vigilancia del CETI y el Ministerio de Trabajo lo adjudicó el servicio a la multinacional mexicana GSI que nada más aterrizar en el centro repartió uniformes nuevos y acordes a las temperaturas de Melilla. También dio pinganillos y ‘walkies’ y adelantos de las pagas a los trabajadores, incluso a vigilantes que no tienen contrato indefinido, lo que les ha dado esperanzas en torno a su estabilidad laboral.
En el caso de los contratos que Serramar mantiene en Melilla, los trabajadores confían en que la empresa renunciará y GSI se haga cargo de ellos.
El pasado 25 de junio UGT aplaudió que el Imserso pasara de las palabras a los hechos y diera un ultimátum a Serramar hasta pasado el 3 de julio (jueves de la semana pasada), bajo amenaza de denunciar a la empresa si ésta no renunciaba al contrato de vigilancia del Imserso y el Centro de Día.
En teoría los resultados de la negociación debían conocerse en el plazo de 48 horas (el pasado sábado), pero en principio ayer no se había llegado a ningún acuerdo.
Fuentes sindicales de Serramar barajaban la semana pasada dos salidas posibles a la negociación entre los directivos de la empresa y altos cargos del Instituto de Mayores y Servicios Sociales en Madrid. La peor de ambas, para los trabajadores, sería que Serramar se comprometiera a ponerse al día con el pago de los sueldos. “Probablemente abonará medias pagas y dará talones sin fondo, como ha hecho otras veces”.
Se refieren a los muchos compromisos que la empresa ha incumplido desde hace un año y medio, cuando empezó a retrasarse en el pago de sueldos a sus trabajadores en Melilla.
La segunda solución, la preferida por la plantilla, pasa por la renuncia de Serramar y la adjudicación del contrato de vigilancia del Imserso y el Centro de Día a la empresa GSI, que ya se encarga del CETI. De hecho, esta posibilidad la dan por segura algunos empleados consultados por El Faro.
De momento, habrá que esperar para saber si Serramar se va de una vez de Melilla.
La Confederación Hidrográfica adjudica la vigilancia y mantenimiento de presas
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) anunció el pasado sábado la formalización de la adjudicación del contrato de servicios para el mantenimiento y conservación, auscultación, inspección y vigilancia de las presas de titularidad estatal en las provincias de Granada, Melilla y Ceuta, según recogió el Boletín Oficial del Estado.
La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Trafisa Construcción y Medio Ambiente y por Control y Geología S.A. ha ganado el concurso de 3,1 millones de euros al presentar la oferta más económica para la Administración.
Hay que tener en cuenta que el contrato salió a concurso por 4,09 millones de euros.
Por otra parte, como publicó El Faro, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) finalizó el pasado día 2 la consulta pública del Esquema Provisional de Temas Importantes de las demarcaciones del Guadalquivir, Melilla y Ceuta, iniciada el pasado 31 de diciembre.
Durante los seis meses en los que el documento ha estado disponible para su consulta y alegaciones, el organismo de cuenca cumplió con el Proyecto de Participación Pública, recogido en los Documentos Iniciales, desarrollando una serie de actuaciones con el fin de difundir el texto al máximo de interesados.
La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Trafisa Construcción y Medio Ambiente y por Control y Geología S.A. ha ganado el concurso de 3,1 millones de euros al presentar la oferta más económica para la Administración.
Hay que tener en cuenta que el contrato salió a concurso por 4,09 millones de euros.
Por otra parte, como publicó El Faro, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) finalizó el pasado día 2 la consulta pública del Esquema Provisional de Temas Importantes de las demarcaciones del Guadalquivir, Melilla y Ceuta, iniciada el pasado 31 de diciembre.
Durante los seis meses en los que el documento ha estado disponible para su consulta y alegaciones, el organismo de cuenca cumplió con el Proyecto de Participación Pública, recogido en los Documentos Iniciales, desarrollando una serie de actuaciones con el fin de difundir el texto al máximo de interesados.
Fuente: http://elfarodigital.es/
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