La Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social de Bizkaia ha estimado que el estado de ansiedad que sufrió un vigilante de seguridad, derivado de una agresión física, es un accidente de trabajo. CCOO de Euskadi instó ayer a las mutuas a que no oculten las patologías de origen psicosocial que tengan su origen en el trabajo.
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