- Metro les echó, porque su departamento desaparecía
El juez ha detectado que sólo le cambiaron el nombre
El juzgado de lo Social número 2 ha dictado una sentencia favorable para el ex jefe de seguridad de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) Arturo Rocher y para Jesús Mateo, que ejercía de su número dos en el mismo departamento.
La sentencia impone además que la empresa pública de transportes readmita a los dos trabajadores en un plazo no superior a una semana y en los puestos que desempeñaban en los últimos años o en otros de funciones y categoría profesional similares.
Los dos trabajadores fueron despedidos hace año y medio porque, según la compañía de metro, el servicio de seguridad quedaba extinguido con la última remodelación de personal motivada por el expediente de regulación de empleo que afectó a más de 300 empleados de la compañía.
Sin embargo, este argumento ha sido descartado por el juez quien sí ha admitido los motivos que han justificado los abogados de los despedidos para declarar improcedentes la salida forzada que les impuso la empresa. Según los letrados, pese a que FGV aseguró que había dado por extinguido el departamento de Seguridad, un grupo de 10 personas seguía ejerciendo las funciones propias de seguridad en las instalaciones del metro en Valencia y en Alicante.
El único cambio que ha realizado la compañía respecto a Seguridad ha sido cambiarle el nombre de este departamento por el de Atención al Cliente. Una cuestión que el juez ha desestimado porque se siguen llevando las misma funciones
De igual modo, en la documentación que ha remitido Ferrocarrils durante los últimos meses se sigue manteniendo el membrete del área de Seguridad, tanto en los documentos escritos como en los correos electrónicos que ha servido a los trabajadores para demostrar que el cambio de denominación del departamento sólo respondía estéticas pero no prácticas.
El caso de Rocher es especialmente sangrante, porque ya ha sido despedido en dos ocasiones y las dos veces un juzgado le ha dado la razón y ha obligado a MetroValencia a readmitirle de nuevo en la plantilla.
El calvario del jefe de seguridad empezó hace años unos cuatro años cuando se negó a dar más puntuación a las empresas de seguridad que le imponía la gerencia de FGV y que no se correspondían con las que se merecían tener más puntos. Un postura que le costó la imposición de una falta grave y ser apartado de sus responsabilidades como jefe de seguridad.
En febrero y marzo de 2012 EL MUNDO publicó que la Guardia Civil investigaba la posible manipulación de los contratos de seguridad para beneficiar a dos empresas a pesar de que habían logrado menos puntos para optar a adjudicaciones millonarias.
Tras los artículos de este diario, Arturo Rocher fue despedido por primera vez, sin más motivo que una intuición por parte de la gerencia de que había motivado las informaciones en los medios de comunicación. El carácter autoritario de Marisa Gracia durante sus años al frente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) también se derramó sobre el jefe de Seguridad del servicio cuando éste se opuso a las adjudicaciones a dedo que se concedieron a dos empresas y que ahora investiga la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia.
En diciembre de 2012 por una sentencia que dio la razón a Rocher fue readmitido en FGV y en marzo de 2013 de nuevo fue incluido en el ERE. Una sucesión de hechos que demuestra que la gerente de la gerente de Ferrocarrils de la Generalitat, Marisa Gracia, actuó con resentimiento que sancionó, despidió al responsable de seguridad y, a pesar de ser readmitido, volvió a ser expulsado, aunque ahora ella esté fuera de Ferrocarrils, mientras que Rocher si que haya logrado el derecho a volver.
Dos años de duro proceso judicial
- El 4 de diciembre de 2012 Arturo Rocher recibió la primera sentencia que permitía a reincorporarse a FGV aunque, como el resto de trabajadores, quedo incluido en el expediente de regulación de empleo (ERE) y volvió a ser despedido un mes después sin ocupar su puesto.> Un nuevo fallo del juzgado de lo Social 2 le ha vuelto a dar la razón y, con fecha de 7 de marzo de 2014, impone a Metro que readmita al ex jefe de seguridad y a su segundo Jesús Mateo al considerar los argumentos de los despidos como improcedentes.
Fuente. http://www.elmundo.es
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