El hombre ha sido condenado al pago de 1.200 euros de multa y el pago de 242,13 euros a una de las víctimas a las que pidió relaciones sexuales y joyas.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Gandía (Valencia) ha condenado al pago de 1.200 euros de multa a un policía local de la localidad valenciana de Xàtiva que se hacía pasar por agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y pedía sexo y joyas a mujeres que querían trabajar como espías. El juez considera al agente autor de una falta de estafa y le condena también a indemnizar a una de sus víctimas con un total de 242,13 euros. Según se declara probado, el denunciado, aprovechando la situación de búsqueda de trabajo de mujeres del entorno de su pareja, se hacía pasar por un agente del CNI y, generando en ellas la ilusión de poder ingresar en este organismo, les requería para "diversas pruebas" de índole sexual y económica.
A una de las supuestas aspirantes pidió mantener relaciones sexuales, a lo que ella no accedió, así como que le entregara joyas, dándole la mujer una cadena de oro con un cristo valorada en 242,13 euros, aunque finalmente ella le denunció. Según el juez, el policía urdió toda una trama de "engaños y mentiras que quizá se crea él mismo y que incluso pretende que el resto del mundo igualmente las crea, sin tener, evidentemente, ni pies ni cabeza".
Concluye que el objetivo principal del denunciado era "engañar a mujeres aprovechándose de su situación de necesidad para obtener sexo y colmar de este modo sus fantasías". Califica la declaración del acusado de "patética", manteniendo incluso en el juicio que era colaborador del CNI y que, para reclutar a mujeres de su entorno, "en ocasiones era necesario pasar pruebas sexuales".
A una de las supuestas aspirantes pidió mantener relaciones sexuales, a lo que ella no accedió, así como que le entregara joyas, dándole la mujer una cadena de oro con un cristo valorada en 242,13 euros, aunque finalmente ella le denunció. Según el juez, el policía urdió toda una trama de "engaños y mentiras que quizá se crea él mismo y que incluso pretende que el resto del mundo igualmente las crea, sin tener, evidentemente, ni pies ni cabeza".
Concluye que el objetivo principal del denunciado era "engañar a mujeres aprovechándose de su situación de necesidad para obtener sexo y colmar de este modo sus fantasías". Califica la declaración del acusado de "patética", manteniendo incluso en el juicio que era colaborador del CNI y que, para reclutar a mujeres de su entorno, "en ocasiones era necesario pasar pruebas sexuales".
Fuente: http://www.diariodejerez.es
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