Los trabajadores volvieron a concentrarse ayer frente a la Delegación del Gobierno en Melilla.
Los trabajadores de Serramar volvieron a concentrarse ayer en la Plaza de España, frente a la Delegación del Gobierno, para reclamar sus salarios. La empresa ha pagado en los últimos días a algunos empleados la nómina de mayo, pero aún adeudan con la plantilla, que en su mayoría trabaja en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), las nóminas de junio, julio y la paga extra. El delegado sindical, Saladin El Mesaudi, y la responsable de Acción Sindical en UGT, Maite Molina, dijeron no entender por qué los trabajadores siguen sin cobrar si la empresa ha percibido ya el dinero que la Administración central les debía.
La transacción correspondiente al mes de junio se hizo efectiva a la empresa, según dijeron los responsables sindicales, pero Serramar no se ha puesto al día con los pagos de sus trabajadores en Melilla. De hecho, creen que existe “un problema mayor que nadie quiere contar” y que sospechan que la empresa está desviando los fondos percibidos a otras localidades donde tiene problemas de liquidez.
“Al principio nos dijeron que el problema era que la Administración no pagaba y ahora que han pagado ya no nos dicen nada. Creemos que existe un problema más profundo en la empresa que no nos quieren decir”, argumentó El Mesaudi.
Molina explicó que la Administración “está pagando en tiempo y forma y los trabajadores temen que el problema no sea solamente las facturas sino que Serramar pueda estar derivando el dinero a otros sitios donde las Administraciones no pagan”.
La moral “muy baja”
Los vigilantes de seguridad del CETI continúan trabajando a pesar de que tienen la moral “muy baja”, según dijo El Mesaudi, aunque el hecho de no percibir sus salarios no quita que la plantilla sea “profesional” y cumplan con sus obligaciones en sus puestos de trabajo.
La tragedia de estos profesionales se agrava por momentos, ya que “los bancos no entienden de retrasos ni impagos y les están poniendo comisiones por todo”, afirmó Molina. En este sentido, el delegado sindical recordó que muchos trabajadores están acumulando más deuda por los retrasos en el pago de las hipotecas y los costes del enganche de la luz en sus viviendas. “Tienen que pedir préstamos a sus familias para poder tener luz en casa y poder dar de comer a sus hijos”, lamentó El Mesaudi.
Así las cosas, Molina explicó que los trabajadores esperarán a la semana que viene a ver si la empresa termina de saldar la deuda con sus empleados en Melilla. De lo contrario, serán los vigilantes los que acuerden más movilizaciones durante el próximo mes de agosto.
La transacción correspondiente al mes de junio se hizo efectiva a la empresa, según dijeron los responsables sindicales, pero Serramar no se ha puesto al día con los pagos de sus trabajadores en Melilla. De hecho, creen que existe “un problema mayor que nadie quiere contar” y que sospechan que la empresa está desviando los fondos percibidos a otras localidades donde tiene problemas de liquidez.
“Al principio nos dijeron que el problema era que la Administración no pagaba y ahora que han pagado ya no nos dicen nada. Creemos que existe un problema más profundo en la empresa que no nos quieren decir”, argumentó El Mesaudi.
Molina explicó que la Administración “está pagando en tiempo y forma y los trabajadores temen que el problema no sea solamente las facturas sino que Serramar pueda estar derivando el dinero a otros sitios donde las Administraciones no pagan”.
La moral “muy baja”
Los vigilantes de seguridad del CETI continúan trabajando a pesar de que tienen la moral “muy baja”, según dijo El Mesaudi, aunque el hecho de no percibir sus salarios no quita que la plantilla sea “profesional” y cumplan con sus obligaciones en sus puestos de trabajo.
La tragedia de estos profesionales se agrava por momentos, ya que “los bancos no entienden de retrasos ni impagos y les están poniendo comisiones por todo”, afirmó Molina. En este sentido, el delegado sindical recordó que muchos trabajadores están acumulando más deuda por los retrasos en el pago de las hipotecas y los costes del enganche de la luz en sus viviendas. “Tienen que pedir préstamos a sus familias para poder tener luz en casa y poder dar de comer a sus hijos”, lamentó El Mesaudi.
Así las cosas, Molina explicó que los trabajadores esperarán a la semana que viene a ver si la empresa termina de saldar la deuda con sus empleados en Melilla. De lo contrario, serán los vigilantes los que acuerden más movilizaciones durante el próximo mes de agosto.
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