El agresor, que fue detenido, siguió a un niño hasta los servicios del intercambiador, momento que aprovechó para cerrar la puerta y desprenderse de parte de su ropa para intentar violarlo sexualmente, agresión que fue evitada tras la rápida intervención del servicio de seguridad.
Los gritos de un menor de 15 años le salvaron el pasado domingo de ser víctima de una violación por parte de un hombre de 52 años, que lo encerró en el baño del Intercambiador de la capital tinerfeña con el fin de, presuntamente, abusar del niño. Tras auxiliar los vigilantes al adolescente, el agresor pudo ser detenido por la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife. Los hechos tuvieron lugar cuando el individuo identificado como J. J. M. R. realizó un seguimiento a su joven víctima hasta que éste se introdujo en los baños, momento en que aprovechó para cerrar los servicios y desprenderse parte de su ropa. El adolescente que sufrió el intento de violación relató luego a los agentes que J. J. M. R. le retuvo y ante la imposibilidad de salir de los baños comenzó a gritar hasta que llamó la atención de los vigilantes, quienes consiguieron entrar empujando la puerta ante la resistencia del arrestado.
Cuando el adolescente entró en los servicios sintió como detrás suyo se cerraba la puerta. Al darse la vuelta se encontró con este individuo que cerraba el fechillo al tiempo que se desprendía de la camiseta y se desabrochaba el pantalón. A pesar de que el menor le imploraba que lo dejase salir, el hombre hizo caso omiso y usó su fuerza para impedirle huir. Lo que no consiguió fue taparle la boca al muchacho, cuyos gritos pidiendo auxilio fueron escuchados por los vigilantes de seguridad de la instalación, quienes alertaron a la Policía Local. Los policías locales recabaron todos los datos disponibles en su investigación cuando llegaron al lugar, desde la versión del personal de seguridad hasta la del propio menor, al que se trasladó hasta las dependencias policiales y se avisó a su progenitora para que pasara a buscarlo.
El agresor J. J. M. R. quedó detenido y se negó a recibir asistencia en un centro de salud. Posteriormente, fue trasladado a la Comisaría, desde donde pasó a disposición de la autoridad judicial competente. No es la primera vez que ocurren en los urinarios del Intercambiador sucesos relacionados con el abuso sexual. En julio de 2009, un hombre fue detenido en la estación de transportes públicos de Santa Cruz después de que presuntamente intentara abusar sexualmente de una menor de edad en uno de los servicios.
Desde entonces, los sindicatos de los trabajadores del Intercambiador han venido pidiendo de forma reiterada más vigilancia en la estación, para evitar tanto delitos sexuales como el acaecido el domingo pasado, como para ahuyentar a los hombres que suelen acudir al lugar para mantener encuentros amorosos o ejercer la prostitución. Asimismo, en sus quejas los trabajadores han hecho referencia también a que el lugar es frecuentemente escenario de peleas.
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