La carta de despido que le envió
la empresa Ceres desde luego no le señala como un trabajador ejemplar. En la
misiva se enumeran diversos motivos con los que se justifica el despido
disciplinario de esta persona, que desempeñaba las funciones de vigilante de
seguridad del centro Marcelo Nessi de Badajoz. Indica que el 7 de noviembre del
2010, a las 15.55 horas, se negó a abrir las puertas a internos separados del
grupo, desoyendo órdenes. Afirmó entonces que él no tenía que abrir la puerta a
nadie. Tres días después, desobedeció
órdenes del director del centro y del jefe del equipo. Insistió en que no abría
las puertas de las habitaciones donde había internos que cumplían sanciones
educativas. Dijo que eso era labor de los cuidadores y que el director no era
nadie para decirle lo que tenía que hacer. El 12 de noviembre tampoco hizo
caso a una asistente técnico especializada que le pidió que controlara a un
interno separado del grupo. Dijo que no era su escolta privado y le pidió que
«se fuera a chinchorrear con sus compañeras». Ese mismo día tampoco ayudó a un
compañero a contener a un joven agresivo. El 3 de diciembre se negó a hacer la
ronda de vigilancia. El 23 de diciembre no hizo nada
cuando vio que los internos comenzaron a atosigar y a acosar a la enfermera que
repartía la medicación a los internos. Se aseguró que estaba siempre viendo la
televisión y el 14 de enero fue visto entregándole chicles a un joven, conducta
absolutamente prohibida. La empresa, que le despidió el 16 de febrero de 2011,
también se muestra molesta porque el trabajador dijo en un juzgado que la
empresa castigaba a los trabajadores enviándoles al centro Marcelo Nessi. El empleado recurrió el despido
en los tribunales hasta llegar a la Sala de lo Social del Tribunal Superior de
Justicia de Extremadura, que señala que el despido es procedente. Este trabajador prestaba sus
servicios para Seguridad Ceres, en virtud de una subrogación de contrato
ocurrida el 1 de julio de 2007, con la categoría profesional de vigilante de
seguridad. Tenía un salario bruto de 54,41 euros diarios, incluida la parte
proporcional de las pagas extraordinarias.
fUENTE
No me creo ni la mitad de lo que dicen.estuve en el "PINAR 1 Y 2 (tutelar de menores en Madrid)No podiamos poner grilletes por que luegotenian que llamr al forence y habia que pagarlo,la subdirectora y los educadores cada vez que nos llamban y haciamos una intervencion,luego eran ellos los que nos denunciaban por excesos y brutalidad.En fin nunca acertabamos.Incluso a mi en una intervencion de un "menor" muy agresivo y que lo tenia reducido en el suelo,la subdirectora me empujo delante de testigos,por que decia que le estaba haciendo daño al "menor".El menor aprovecho y me golpeo,a el no le paso nada a mi por contestarle a esta energumena,me envio la empresa a otro servicio.En los centros de menores estamos haciendo funciones que no son del vigilante de seguridad y siempre es la salida del centro para podernos despedir.Incluso tengo testigo de educadores por la noche se liaban con los menores.¿A ESTAN GENTES QUIEN LOS CONTRAL?Por ese motivo os digo que no me creo nada de nada.
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